Existe un hueso del cráneo llamado interparietal o "hueso inca" con una alta incidencia en la población americana, y sobre todo, en los Andes centrales. Nuestro cráneo está formado por distintos huesos como si se trataran de placas tectónicas , que a medida que uno crece pueden suturar y hacerse más tenues.
La mayor parte de los humanos no tienen este hueso, pero está presente en todos los grupos étnicos del mundo. Exactamente el 1% de la población tiene el "hueso inca", pero en las momias preincaicas, la presencia del hueso triangular interparietal alcanza el 25% o más, por eso su nombre.
Recuerdo en una visita hace mucho tiempo a las catacumbas del convento de San Francisco en Lima, una macabra visión con miles de cráneos apilados. El guía de entonces, nos contó que para diferenciar los cráneos españoles de los indígenas simplemente había que fijarse en el triángulo de atrás. La presencia del triángulo era signo inequívoco de que el infortunado cráneo pertenecía a un indígena.
La presencia del "hueso inca" en realidad tiene un origen muy lejano. No se desarrolló dentro del territorio americano debido a una mutación genética, sino todo lo contrario, la mutación genética fue la desaparición del hueso. En algún momento de nuestro largo viaje genético el «hueso inca» desapareció, y aquel «marcador genético» fue pasado de generación en generación hasta nuestros días. Un cambio presente en todo el planeta solo puede haber tenido lugar hace mucho tiempo, quizás hace más de 50.000 años (uno de los marcadores genético más antiguos es el M45 y se calcula tiene 40.000 años).
El estudio más amplio sobre la incidencia del hueso inca en la población mundial -Tsunhiko Hanihara y Hajime Ishida (2001)- afirma que las regiones o países con mayor incidencia de "huesos inca" en sus poblaciones son Japón (4,4% incidencia), la costa oeste norteamericana (11,7%), Perú (8,2%), el oeste africano (12,73%), y los esquimales de Groenlandia (6%).
No hay suficientes datos para concluir que hubo una migración con el gen del "hueso inca" de un clan japonés hacia el Perú hace miles de años. De momento la interrogante de por qué hay tan alta incidencia de este hueso en el Perú Antiguo y a qué clan migratorio se debe, es una incógnita.
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