No hay una periodicidad clara respecto del florecimiento de esta especie de bambú endémico, fenómeno que puede tardar incluso décadas. Un estudio de la Revista Austral de Ciencias Sociales indica que desde el siglo XIX ecólogos, botánicos y geógrafos han intentado explicarlo sin mayor suerte. “Cuando visité este verano mi comunidad, la gente me decía triste florecieron los colihues y las quilas , yo fui a mirar a la montaña y efectivamente, llama la atención, porque cuando florecen generalmente se secan y me acordé lo que decían mis abuelos: el florecimiento de la quila no trae buenos augurios, eso nos enseñaron a través de la tradición oral”, relata a INTERFERENCIA José Painaqueo Paillán mapuche de la localidad Lago Budi, Región de La Araucanía. Este también profesor de mapudungun señala que previo al terremoto y maremoto en Valdivia en 1960 floreció la quila en su territorio. “Generalmente florece cada 60 años, mi abuelos me decían que esto era un fenómeno que traía cosas bastan